Martes 15 de Septiembre – ADAM CLARKE – Devocional para Jovenes

Los justos podrán tropezar siete veces, pero volverán a levantarse. En cambio, basta una sola calamidad para derribar al perverso. Proverbios 24:16.

Uno por nueve es nueve. Dos por nueve, 18. Tres por nueve es 27… Ei hombre que transitaba por el camino de la escuela rural sonrió al escuchar la recitación de las tablas de multiplicar. Cuando llegó a la puerta, decidió entrar.

-Con permiso -dijo el extraño-. Escuchaba a los niños recitar sus tablas de multiplicación, lo cual me hizo recordar los problemas que tuve al aprenderlas. ¿Le importaría si me siento a escuchar la clase por unos instantes?

-Claro que no -respondió el maestro y le señaló una banca al fondo del salón-. Siéntase como en su casa.

Al parecer, no habían cambiado mucho las cosas desde los días de estudiante de aquel extraño. El pizarrón polvoriento, la olla de agua, las hileras de escritorios. Y un niño parado en el rincón del alumno torpe.

-¿Qué pasa con el niño que está en el rincón? -preguntó el visitante al maestro.

-Oh, ese es Adam Clarke, el niño más bobo de la escuela. O no puede aprender… o se hace que no puede.

Antes de partir, el visitante fue al rincón y le puso la mano sobre el hombro a Adam. Mirándolo fijamente a los ojos, el hombre pudo notar el dolor y la vergüenza por las que pasaba el niño.

-No puede ser cierto que no seas capaz de aprender tus lecciones. Inténtalo de nuevo, y hazlo de todo corazón. Sigue tratando, y sé que tendrás éxito.

Apretándolo tiernamente en el hombro, se dio vuelta y salió.

-Esas fueron las palabras más bondadosas que me hayan dicho jamás -confesó Adam cuando llegó a ser el Dr. Adam Clarke, autor del Clarke’s Commentary [Comentario de Clarke]-. Aprender nunca fue fácil para mí. Me gustaba jugar más que estudiar, pero todos los días recordaba las palabras de aquel extraño que un día nos visitó en la escuela. Seguí intentando, hasta lograr el éxito.

¿Qué es lo que se te dificulta? Tal vez las tablas de multiplicar, los versículos de memoria, o las medidas y las figuras geométricas. Quizá tratar a los extraños, hablar en público o vencer un mal hábito. Sea lo que fuere, sigue tratando, ¡y con la ayuda de Dios tendrás éxito!

Radio Adventista

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