Los milagros suceden en las alabanzas
“Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria” (Isa. 42: 8)
Ya pasaron 19 años, y mi suegra, Comfort, ¡todavía vive!
Un miércoles de febrero de 1994, Comfort sentía un leve dolor de cabeza. Inmediatamente, tomó algunas pastillas para aliviarlo, pero todo empeoró. Nosotros no nos enteramos de esto hasta el viernes de noche, a eso de las 21 horas. Entonces, nos preparamos rápidamente y fuimos a verla. Un equipo de médicos dijo que sus nervios no estaban bien, que su cerebro no estaba funcionando de manera normal y que su espina dorsal estaba dañada. Si sobrevivía, tendría una “vida vegetativa”.
¡Aquí es donde entra la fe! ¡Aquí llegan las pruebas, la confianza, la seguridad! Con tales noticias, comenzamos a orar fervientemente y a concentrarnos completamente en el Autor y Consumador de nuestra fe: Jesús.
Los amigos y la familia alabamos a Dios en oración y ayunamos por varios días. Citamos las Escrituras y reclamamos cada promesa: “Comfort no morirás, sino que vivirás para declarar la bondad de Dios. En los días de Ezequiel, los huesos secos vivieron, y tú todavía vives. Comfort: esta enfermedad no llevará a la muerte, sino que la gloria de Dios será revelada, como dijo Jesús sobre Lázaro. Sí, quedarás totalmente curada; no tendrás una vida vegetativa: caminarás, hablarás, verás, oirás y alabarás a Dios en un servicio de agradecimiento”.
Acudieron sus 27 nietos, y llegaron parientes de cerca y de lejos para ayudar a su manera y de acuerdo con lo que ellos conocían. Algunos quisieron usar otros poderes, pero nos negamos rotundamente y les dijimos que nuestro Dios celestial no compartiría su gloria con nadie. Eso no les gustó mucho, pero insistimos y permanecimos orientados en el Dios cristiano.
Luego de 25 días de estar en coma, ¡mamá habló! Y no fueron balbuceos, sino palabras con sentido. Fue entonces que el jefe del equipo médico dijo:
-¡Solamente estábamos haciendo “terapia ciega”!
Él se identificó con el Dios cristiano de nuestra familia. Hoy, mamá todavía está sana y fuerte. ¿Quién es como nuestro Dios? Confía en él, y él perfeccionará tus caminos.
En abril tuvimos una beba, a quien Comfort llamó Ouwatoyin, que significa “Solo Dios sea alabado”. Y, como parte de nuestros votos al Señor, si sanaba a mamá completamente, mi esposo y yo ahora somos evangelistas en nuestra iglesia y Asociación. Las oraciones de los santos tienen mucho poder.
FALADE DORCAS MODUPE