DESDE EL VIENTRE
«Oídme, casa de Jacob y todo el resto de la casa de Israel, los que yo he traído desde el vientre los que habéis sido llevados desde la matriz. Hasta vuestra vejez yo seré el mismo y hasta vuestras canas os sostendré. Yo, el que hice, yo os llevaré, os sostendré y os guardaré» (Isaías 46: 3, 4).
DIOS SE REVELÓ al profeta Isaías diciendo que no hay Dios como el de Israel. Las estatuas de Bely Nebo, dioses de Babilonia, se tambalean y caen al suelo, porque son incapaces de salvarse. Luego, describe lo que es Dios para su pueblo. Desde antes del nacimiento ya está vigilante a favor de sus hijos y los cuida hasta su vejez. Por su poder somos hechos, él es nuestro Creador. Nos hizo a su imagen para vivir junto a él. Lo más grandioso es que nos sostiene porque somos muy frágiles, necesitamos de su ayuda. Desde que nacemos hasta que morimos él nos sostiene, es el mismo en toda edad.
Dios nos creó, nos guía y nos guarda. El salmista dijo: «Tú, Señor Jehová, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud. En ti he sido sustentado desde el vientre. Del vientre de mi madre tú fuiste el que me sacó; para ti será siempre mi alabanza» (Salmos 71: 5, 6).
Hoy has despertado por la fuerza de Dios que te guía, por el poder de Dios que te sostiene, por la inteligencia de Dios que te conduce, por el ojo de Dios que mira delante de ti, por el oído de Dios que te escucha, por la Palabra de Dios que habla contigo, por la mano de Dios que te guarda, por el escudo de Dios que te protege. Pídele al Señor: «Permanece conmigo».