¡FELIZ GRAV-IDAD!
“Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él” (Juan 1:3, NTV).
En la revista política inglesa New Statesman, Richard Dawkins, biólogo evolucionista y destacado ateo, escribía: “El 25 de diciembre es el nacimiento de uno de los hombres verdaderamente grandes que hayan caminado sobre la Tierra. Sus logros solo podrían celebrarse allí donde sus verdades dominan. Y eso significa de un extremo a otro del universo. ¡Feliz día de Newton!”.
Y en verdad, Newton nació el 25 de diciembre bajo el antiguo calendario juliano utilizado por la Inglaterra protestante; pero bajo el nuevo calendario gregoriano, utilizado simultáneamente en Europa, cayó el 4 de enero. El período entre estas dos fechas ha sido propuesto como una estación llamada los “Diez días de Newton” para conmemorarlo. Incluso algunos ateos, escépticos y anticristianos se refirieron al 25 de diciembre como “Newtonmas” o “Grav-mas” (en lugar de “Christmas”), celebrándolo por medio de tarjetas que dicen: “¡Saludos en nombre de la Razón!”. Otros propusieron llamarlo “Grav-idad”, o el “Día de la Gravedad”, por el descubrimiento de Newton.
En verdad, Sir Isaac Newton fue un científico destacado. Es autor de los Philosophiae naturalis principia mathematica, más conocidos como los “Principia”, donde describe la Ley de la Gravitación Universal; además, estableció las bases de la mecánica clásica mediante las leyes que llevan su nombre. Entre sus otros descubrimientos científicos, destacan los trabajos sobre la naturaleza de la luz y la óptica -presentados principalmente en su obra Opticks-, y el desarrollo del cálculo matemático. A menudo, es calificado como el científico más grande de todos los tiempos; y su obra, como la culminación de la revolución científica. El matemático y físico matemático Joseph Louis Lagrange (1736-1813), dijo que “Newton fue el más grande genio que ha existido, y también el más afortunado, dado que solo se puede encontrar una vez un sistema que rija el mundo”.
Sin embargo, ¿es posible comparar a Cristo con Newton? Newton fue el primero en descubrir que las leyes naturales que gobiernan el movimiento en la Tierra y las que gobiernan el movimiento de los cuerpos celestes son las mismas. Sin embargo, ¡fue Cristo mismo quien creó esas leyes!
Es más, Newton fue profundamente religioso toda su vida. Hijo de padres puritanos, dedicó más tiempo al estudio de la Biblia que al de la ciencia. Un análisis de todo lo que escribió Newton revela que de unas 3600000 palabras, 1000000 se dedicaron a las ciencias, mientras que 1400000 tuvieron que ver con teología.
Si el científico más destacado de la historia humana creía profundamente en Dios y estudiaba la Biblia, ¿cuánto más deberíamos hacerlo nosotros?