Lunes 24 de junio – EL DIOS PROTECTOR – Devocional para Mujeres

EL DIOS PROTECTOR

“Él rescata y salva; hace prodigios en el cielo y maravillas en la tierra. ¡Ha salvado a Daniel de las garras de los leones!” (Dan. 6: 27).

Desde niña, siempre he creído en Dios. Mi familia no asistía a ninguna iglesia, pero mis padres me enseñaron a confiar en nuestro Padre celestial, y mi hermana y yo tuvimos la oportunidad de estudiar en un colegio secundario cristiano. Allí aprendí más sobre el cuidado de Dios por sus hijos.

Cuando tenía 16 años, un día permanecí en la escuela para una clase que se dictó por la tarde. Al término de la clase, fui a la parada de colectivos, para regresar a casa. Mientras esperaba, me di vuelta para buscar algo en mi mochila y vi a un hombre parado muy cerca de mí. Me asusté y lo miré, para ver quién era. Él ni me miró, sino que pretendió estar distraído. Éramos las únicas dos personas allí y no había razón por la cual debía estar tan cerca. Sentí mucho temor hasta que se me cruzó un pensamiento: Hay un ángel entre este hombre y yo. Entonces, decidí alejarme lo más que pudiera y crucé la calle. Desde allí, vi a otro hombre, parado con una bicicleta, mirándome. De repente, él fue hasta el hombre de quien había escapado. Intercambiaron algunas palabras y, aparentemente asustado, el hombre con la bicicleta hizo la señal de la cruz, se subió a la bici y dobló en la primera esquina. El otro hombre se alejó por la calle, casi corriendo, mirando hacia atrás varias veces. Parecía asustado por algo.

Volví a la parada, y ahora estaba sola y muy confundida por lo que había sucedido. Vino el colectivo, subí y me senté, aliviada. Ahora entendí que mi ángel realmente había estado allí. Yo no podría haber hecho nada: una chica indefensa contra dos hombres. No sé qué habrían estado planeando, pero estoy segura de la protección de Dios. Creo que quizás un ángel se les apareció, y por eso me miraron con miedo y se fueron corriendo.

Luego de ese día, supe que no tenía por qué temer nada de este mundo, porque tenemos un Dios todopoderoso de nuestro lado en cada situación. Él hace cosas increíbles ante nuestros ojos Esta experiencia fortaleció mi fe. Como cristiana, espero siempre confiar en Dios.

Mi deseo es que tú también sientas la presencia del Padre, el Creador del universo, quien siempre está cerca de ti. Donde sea que estés hoy, recuerda: “Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos” (Sal. 91: 11).

YARA BERSOT PELLIM

Radio Adventista

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