MARÍA DE NAZARET

A SU TIEMPO

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley. Gálatas 4:4.

Cuatro mil años después de la creación y de nuestra vergonzosa caída en pecado, conforme a su promesa, Dios envió a su Hijo a redimir al mundo, pues la simiente de la mujer aplastaría la cabeza de la serpiente (ver Génesis 3:15). Su Hijo divino habría de vencer a Satanás, y la tierra sería devuelta a su Dueño, a Dios.

Ahora que el tiempo había llegado, en un pequeño pueblo llamado Nazaret, María, una sencilla joven, cuya fidelidad y amor a Dios eran incuestionables, fue llamada para concebir al Redentor. María había sido desposada con un descendiente de David: José, carpintero de profesión. Ella aún era virgen pues el matrimonio no se había consumado.

Ese día María recibió la visita de Gabriel, un ángel de Dios, quien le entregó el mensaje: Ella concebiría y daría a luz un Hijo, y llamaría su nombre Jesús, porque él salvaría a su pueblo de sus pecados y sus consecuencias (Mateo 1:21).

Sí, en el reloj de Dios todo tiene su tiempo. A veces su tiempo no es nuestro tiempo, pero es el mejor tiempo. Siempre su tiempo es el momento exacto cuando las cosas deben suceder, pues Dios ve las cosas diferentes a como las vemos nosotros; él puede ver el final desde el principio, por eso hemos de confiar en que él no se equivoca. Su tiempo es el momento perfecto.

Confía plenamente en que tu vida, tus asuntos personales, familiares, laborales, ¡todo!, está bajo el control del Padre eterno. Él envió a su Hijo sin demora para salvar a este mundo caído, y sin demora acudirá en tu ayuda. No desesperes, no te desanimes, no te impacientes. Si llegado el cumplimiento del tiempo, Dios envió su más grande Don para salvarte, ¿que podría negarte? ya que en Jesús nos ha dado todo el cielo. Sonríe. Así como al llegar el tiempo su Hijo nació, así llegará el tiempo en que su Hijo vendrá, esta vez coronado como Rey de reyes y Señor de señores, para llevarnos a vivir eternamente con él. Vive como si estuvieras por encontrarte con quien prefirió morir antes que perderte para siempre. Aún hay tiempo. –BR