Lunes 20 de Agosto – CONTENDER ARDIENTEMENTE POR LA FE – DM. Adultos

CONTENDER ARDIENTEMENTE POR LA FE

«Amados, por el gran deseo que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos» (Judas 1: 3).

LA VIDA ESPIRITUAL es una lucha constante. Esta batalla debe ser fuerte, ardiente y audaz, porque la fe que Dios ha implantado en cada corazón es valiosa; el libro de Hebreos dice: «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (11: 1), y agrega: «Sin fe es imposible agradar a Dios» (11: 6).

Primero, debemos vencernos a nosotros mismos, tomar nuestra carga y depositarla a los pies de Jesús. A cambio, él nos transforma a su semejanza y nos regala la fe que necesitamos. Nos ordena luchar intensa y constantemente, contra todo lo que se opone a nuestras convicciones Cristianas. Se trata de una lucha fuerte y agotadora, una lucha sin pausas (véase Mateo 26: 41). El apóstol Santiago pregunta: «¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?» (Santiago 4: 1). Esa lucha es intensa, pero Cristo Jesús ya venció y nos invita a permanecer a su lado.

Segundo, tenemos la lucha con el mundo.

Nada de lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (1 Juan 2: 16, 17).

Por eso, se nos insta a no amar al mundo, ni las cosas que están en el mundo. El cristiano debe ser como el lirio, que crece limpio en medio del fango.

Tercero, la lucha titánica es directamente contra Satanás. Él se atrevió a tentar a Cristo en el desierto de todas formas, pero Cristo lo venció y fue derrotado totalmente en la cruz del Calvario.

Cuando sientas que estás perdiendo la batalla contra tu ser, contra el mundo o contra Satanás, permanece del lado de Jesús, quien puede concederte más que la victoria.

Radio Adventista

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