Lunes 2 de Diciembre – SIN MIEDO AL FUTURO – Devocional para Adultos

SIN MIEDO AL FUTURO

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13).

 Es interesante observar cómo los sentimientos cambian cuando llega el final del año. Durante once meses se habla de crisis y se presentan duras previsiones para el futuro; pero en el último mes del año, todos parecen optimistas.

A pesar de esto, las cosas continúan como siempre fueron. Vemos el planeta frente a una destrucción que nadie consigue detener. Percibimos una crisis de valores en una sociedad que ya no sabe distinguir entre lo correcto y lo equivocado. Sufrimos con la desintegración de la familia, como resultado de relaciones vacías y pasajeras, centradas solamente en la satisfacción propia. Quedamos a merced de la inseguridad económica, causada por la inestabilidad política y económica. Y la lista podría prolongarse aún más.

Sin embargo, durante los próximos días –los últimos del año–, el optimismo va a renacer. Los fracasos del pasado darán lugar a seguridades para el futuro. Lo que era imposible, ahora se va a transformar en realidad. En fin, este es el tiempo de buenas noticias y de esperanza.

Nosotros, como adventistas del séptimo día, ¿de qué manera enfrentamos esta situación? ¿Engrosamos el coro de los pesimistas frente a la realidad que está delante de nosotros, o nos unimos a las profecías optimistas y milagrosas de las fiestas de fin de año?

En realidad, nuestra visión necesita ir más allá de estos impulsos temporales y emocionales. Necesitamos ver más de lo que la mirada humana puede revelar. Sabemos de las crisis que el mundo enfrenta y de los riesgos que corremos cada día. Por otro lado, no podemos olvidarnos de que los 365 días del año están en las manos de Dios. Su poder no trabaja solamente en el período de bondad de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

La Biblia deja en claro que en nuestros días “vendrán tiempos peligrosos” (2 Tim. 3:1). Por otro lado, las dificultades de hoy refuerzan la esperanza de mañana. Apuntan hacia algo mayor, mejor y eterno. “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Luc. 21:28).

Al aproximarse las fiestas de fin de año, mantengámonos serenamente caminando al lado del Señor y renovando nuestra confianza en él. Podemos avanzar sin miedo del futuro porque Dios lo conoce y dirige nuestra vida. Con esa seguridad, vamos a tener no solamente un año nuevo feliz, sino también una vida entera repleta de esperanza.

Radio Adventista

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