Lunes 15 de Abril – EL ÚLTIMO CONVERTIDO – Devocional para Adultos

EL ÚLTIMO CONVERTIDO

“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo… para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24).

El “indestructible” Titanic se hundió en su viaje inaugural en la noche del 14 de abril de 1912, cuando chocó con un témpano de hielo en el Atlántico Norte. El barco partió de Inglaterra hacia Nueva York. En el naufragio, murieron cerca de 1,512 personas, y sobrevivieron poco más de 700 pasajeros y tripulantes.

El predicador escocés John Harper y su hija de seis años, Nana, estaban a bordo. Cuatro años antes, había fallecido la esposa de Harper. El motivo de su viaje en el Titanic era predicar en una de las mayores iglesias de Chicago. Cuando el Titanic golpeó el témpano, Harper puso a la niña en uno de los botes salvavidas, al cuidado de un primo mayor. Ese acto salvó la vida de la niña, quien murió en 1986, a los ochenta años. El predicador podría haberse subido al bote con su hija, pero eligió darles a las personas una oportunidad más de conocer a Cristo.

Cuatro años después del naufragio, uno de los sobrevivientes dijo en una reunión en Hamilton, Canadá, que en medio de las aguas heladas, estaba agarrado a un pedazo de madera cuando Harper nadó en dirección hacia él y le dijo: “Cree en el Señor Jesucristo”; Sabiendo que estaba solo a la deriva, aceptó creer en Jesús. Momentos después’, el sobreviviente vio a Harper sucumbir al frío y hundirse. Entonces, declaró: “Soy el último convertido de John Harper”,

Es significativo pensar en alguien que se hunde en las aguas heladas para salvar a una persona más. Sin embargo, es más profundo pensar en quien entró en las aguas frías del pecado para salvar a todos.

Elena de White advirtió: “Solo tengo este mensaje que dar: que ahora es el tiempo de trabajar mientras dure el día, pues viene la noche, cuando nadie puede obrar […]. La Palabra del Señor revela que el fin de todas las cosas está cerca” (Mensajes selectos, t. 1, p. 234).

El tiempo de gracia y de las oportunidades está terminando. Pronto se cantará el último himno, se predicará el último sermón y una última persona tomará una decisión para la eternidad. Hay personas que necesitan salvación, y el Señor cuenta contigo en esta misión. ¡Ahora es el momento!

Radio Adventista

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