Lunes 14 de Diciembre – Acuérdate de los presos – Devocion Matutina para Damas 2020

«Acuérdense de los presos, como si también ustedes estuvieran presos con ellos» (Heb. 13:3).

Susan cumple su misión como discípula de Cristo de una manera muy especial. Mientras que algunas mujeres evangelizamos a través del canto, de la amistad, de la página escrita, de las buenas relaciones personales o de las puertas que nos abre nuestra profesión, Susan hace otro tipo de evangelismo que podríamos llamar… valiente. Predica en cárceles de máxima seguridad. Su público son personas convictas por asesinato, violación, por la diversa variedad de infracciones de la ley que existe. Muchos están aceptando a Jesús en su corazón y se unen a las filas de soldados que van rumbo a la patria celestial.

«El Señor me ha pedido que visite a personas que están presas en las cárceles y eso es lo que hago», afirma Susan. Y lo hace con pasión. Fruto de su labor, tiene testimonios impactantes. Como el de un joven que está preso por un delito que no cometió. Resulta que su tío, en una pelea tribal, mató a un hombre, pero como el tío era muy mayor, su sobrino decidió entregarse en su lugar. Una historia fascinante que nos recuerda el tipo de sacrificio que hizo Cristo por nosotros: dejar su libertad y posición allá en el cielo, para venir a este mundo de maldad por amor al ser humano.

Otro testimonio que cuenta Susan me resultó particularmente interesante. Un sábado por la mañana, en la cárcel, el culto no fue dirigido por ella sino por un hombre que mató a su esposa. Predicó sobre cómo liberarse del pecado. ¿Qué mejor lugar para hablar del pecado y de cómo liberarse de él, que una cárcel? Presos predicando a presos, que interesante.

Susan ministra a los marginados de la sociedad, cosa que no todo el mundo está dispuesto a hacer. Y en eso, sigue las huellas de Jesús. La actitud de Jesús hacia los marginados fue clara: eran una prioridad en su ministerio. Sanó a leprosos, visitó a los pobres (él mismo lo era), permitió que una mujer de mala reputación le besara los pies y se dejó tocar por una mujer impura que tenía hemorragia de sangre… Jesús se situó del lado de la marginalidad de cara al pueblo judío por causa de su visión radical del reino de Dios y su justicia. Cuando murió, murió como un marginal, en una cruz, tras un juicio injusto y por predicar un mensaje marginal. Gracias, Jesús, por ayudarnos a superar nuestros prejuicios.

Radio Adventista

View all contributions by