Doble recompensa
«El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho». Lucas 16: 10
¿ALGUNA VEZ TE HAS PUESTO A PENSAR que Dios puede usarte de muchas maneras? El Señor está interesado en ti, por tanto todos los planes que decidas poner en marcha debes hacerlos «con todo empeño», como dice el Sabio.
Durante el invierno de 2008, un compañero y yo circulábamos por las calles de Monterrey, México, como parte de un programa de salud que promovíamos por medio de la venta de libros. Una mañana, mientras nos dirigimos caminando a la estación del tren, noté un rollo de dinero en el suelo. Nunca había encontrado tanto dinero junto.
Inicialmente reaccioné con temor. Pisé el rollo en tanto que decidía si recogerlo o no. Indeciso, le comenté a mi compañero, que se había adelantado unos metros. Al acercarse le dije que había encontrado algo y le mostré el dinero. Continuamos nuestro camino mientras dialogábamos sobre cómo nos distribuiríamos el dinero, ya que ambos lo necesitábamos. Entramos al metro y allí percibí que una chica buscaba desesperadamente algo. Abría su bolsa y no lo encontraba, revisaba su camisa, su pantalón y nada. Entonces tuve la impresión de que lo que yo había encontrado le pertenecía.
Le hice señas a mi compañero, y él se le acercó y le preguntó: «¿Qué buscas?», Afligida contestó: «Mi dinero, lo perdí y no lo encuentro». Le pregunté cuánto era y ella dijo la cantidad. Lo contamos, y era exactamente la cantidad que ella había indicado. Así que le entregamos el dinero y le dije: «Toma tu dinero, Dios te lo ha devuelto». La joven no podía creer lo que había ocurrido y nos dio las gracias con lágrimas en sus ojos. Entonces aprovechamos la oportunidad y le hablamos de Jesús y de su amor por ella.
Ese día ella obtuvo una doble recompensa: recuperó su dinero perdido y es cuchó hablar de Jesús. Hoy tú también tienes la oportunidad de ser un canal de bendición para otros.
Procura hacer lo correcto y verás que aunque aparentemente no obtengas una recompensa inmediata, Dios será glorificado y tú vivirás feliz.
Lebí Sabulón Helena Santos
México