ORACIÓN EXPRÉS
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá, porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mat. 7:7, 8).
Primera de Tesalonicenses 5:17 nos dice: “Orad sin cesar”. Bueno, pensé, eso es lo que he estado haciendo. He orado y orado, y estoy todavía más cansada y desanimada.
Orar sin cesar puede resultar difícil para las mujeres ocupadas. Una joven muy ocupada me dijo una vez: “Mi único lugartranquiloesel baño, cuando estoy sentada en el inodoro. Pero no me puedo quedar ahí todo el día”.
Entonces descubrí un librito titulado Espresso Prayer [Oración exprés]. Espresso es una palabra latina que significa “presionar”; pero también es el nombre de un café de sabor fuerte que se sirve en tazas pequeñas. Aunque no me interesa el café, me fue de ayuda la comparación del autor entre la oración y el “café espresso”. El autor explica que, a lo largo del día, podemos hacer oraciones cortas e intensas, como tazas pequeñas de café espresso. Dios no nos pide que pasemos todo el día en la misma oración larga; nos pide que elevemos oraciones exprés a lo largo del día: sentidas, breves, fuertes y aromáticas. Podemos enviar “mensajes de texto” para Dios, cortos y concentrados, todo el día. He comenzado a usar las oraciones exprés como un estilo de vida, además de mis sesiones matutinas y vespertinas de oración.
Cuando veo a una madre en el supermercado luchando con un niño desafiante, elevo una oración corta e intensa por ella, en lugar de juzgarla. “Señor, dale una bendición especial hoy”. Cuando veo a un muchacho en la calle hurgando en la basura, oro: “Señor, ayúdalo a encontrar un refugio donde pasar la noche”. En la iglesia, cuando veo a una anciana quejarse de los niños ruidosos, en lugar de sacudir la cabeza oro: “Querido Señor, ayúdala a encontrar gozo en los ojos de los pequeños”. Ahora elevo muchas oraciones exprés durante el día, como mensajes de texto para Dios. ¡Y él ha respondido a muchos de esos mensajes!
Quisiera animarte a desarrollar una “cultura” de mensajes de texto exprés con el Creador. Esas oraciones llegarán al Cielo en esos momentos en que no podemos arrodillarnos. La oración Incesante se vuelve una realidad, al desarrollar este nuevo hábito de oración. Llega a ser un gran gozo y un estilo de vida, que te traerá a ti, tanto como a mí, grandes recompensas.
Denise Hochstrasser