OPTIMISMO
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13.
Mediante anuncios comerciales la publicidad anuncia muchas cosas malas como si fueran buenas. En cambio, hay jóvenes valiosos que se anuncian como si fueran insignificantes. Son pesimistas. Pero tú puedes ser optimista y crear tu propio “comercial”.
Para ser optimista solo necesitas observar tus virtudes y habilidades, tus talentos y logros, y recordar que tu Padre es el Rey del universo. Caleb tenía su propio comercial, y así fue grabado: “Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos” (Núm. 13:30).
David también tenía su propio comercial. Cuando Saúl pretendía desanimarlo de enfrentar a Goliat, David le dijo: “Cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba” (1 Sam. 17:34, 35).
Cuando Goliat intentó intimidarlo, David le gritó su “comercial”: “Yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra” (vers. 46). La parte más impactante del comercial de David fue esta: “De Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos” (vers. 47). La banda sonora del comercial de David bien pudo ser el canto de los ángeles. Ellos se alegran de los jóvenes optimistas.
Jesús tuvo varios comerciales. Uno hablaba de su divinidad: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30). El de su misión se grabó así: “El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Luc. 19:10). El que hablaba de su sacrificio decía: “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo” (Juan 12:32).
Tú puedes hacer tu propio comercial, basado en alguna declaración bíblica; por ejemplo: “Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos” (Ecl. 4:13); o esta: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Fil. 1:21); o esta aún más conocida: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13).
Sé optimista, porque tu Padre es Dios y tu Hermano mayor es Jesús.