Dios le abrió los ojos, y ella vio un manantial; entonces fue y llenó el odre con agua, y le dio de beber al niño (Génesis 21: 19).
ESTABA REALIZANDO LA TAREA DE COLPORTAJE a fin de pagarme el estudio para el siguiente año, cuando después de haber entregado las colecciones vendidas, se me ocurrió hacer un recuento del dinero obtenido. Sumé todas las constancias de ventas, abrí el sobre con el dinero y comencé a contarlo con la esperanza de encontrar el total que había sumado anteriormente. Luego de la primera, segunda y tercera ocasión en que conté el dinero, llegué a la conclusión de que me faltaban 25 pesos. Decidí volver a sumar las facturas para encontrar el error. Volví a sumar el monto del sobre y los 25 pesos seguían faltando.
¿Te ha pasado alguna vez que has buscado algo durante mucho tiempo, con mucha solicitud y no lo has encontrado?
Algo parecido le tocó vivir a Agar. De esclava había llegado a ser la esposa de Abraham. Le había otorgado un hijo, Ismael, que según ella pensaba, sería el heredero de toda la riqueza del patriarca y llevaría la bendición prometida por Dios. Pero luego, las esperanzas de Agar se desvanecieron al ver que Sara había sido madre. Los celos, la envidia y la discordia llenaron de problemas el hogar que alguna vez había sido feliz. Por pedido de Sara, Abraham se vio obligado a expulsar a Agar e Ismael del campamento, y la única herencia que le dio al muchacho fue «pan y un odre con agua» (Gén. 21: 14).
Sola con su hijo, Agar anduvo errante por el desierto de Beerseba hasta que le faltó el agua al odre. Desesperada, para no ver morir de sed a su hijo, lo dejó debajo de un arbusto y se sentó frente a él a la «distancia de un tiro de arco» (Gén. 21: 15-16). Lo único que faltaba era encontrar agua , pero, ¿dónde encontraría agua en el desierto? El ángel de Dios «le abrió los ojos, y ella vio un manantial» ¿Cómo era posible que ella no la hubiera visto? Dios no obró un milagro, simplemente le mostró dónde estaba la solución a su problema.
¡cuantas veces los problemas y el pensamiento negativo no nos permiten ver que la solución está a nuestro lado! Pidámosle a Dios en este día que nos ayude a ser cristianos con mentalidad y visión positiva.
¿Deseas saber qué pasó con mi dinero? Me arrodillé a orar, y al terminar la oración, miré adentro del sobre y vi una factura con 25 pesos del flete de los libros que yo había pagado y que no recordaba.
