Jueves 5 de Noviembre – SANTIAGO KNOX POLK – Devocion Matutina para Jovenes

El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que se niegue a creer, será condenado. Marcos 16:16.

Ya es tiempo de que bauticemos al bebé-, sugirió Jane Polk desde su mecedora junto al fuego, mientras amamantaba a su primogénito. -No puedo decir que me gusta la idea de que sea el pastor Wallis el que lo bautice -respondió Sam Polk, mientras se apoyaba sobre la repisa de la chimenea mirando el fuego.

-¡Oh, Sam! -suspiró su esposa- es un buen predicador.

-Lo que no necesito es que me diga lo que debo hacer con relación a la política. Mientras sea él el pastor, no encontrarás mi nombre en los registros de esa iglesia.

-¿No podrías dejar a un lado tu problema con el pastor Wallis, aunque solo sea para bautizar a tu hijo? Por favor, Sam…

-Si es lo que quieres, adelante. No te lo impediré.

-Gracias, Sam. Hagamos planes para este domingo.

Al siguiente domingo, Samuel Polk llevó a su esposa Jane y al pequeño Santiago a la casa de reuniones de los presbiterianos, que quedaba a unos nueve kilómetros de distancia en Providencia, Carolina del Norte.

-Hemos traído al bebé para que lo bautice -saludó la Sra. Polk al pastor Wallis.

-¿Qué en cuanto a usted, Sr. Polk? ¿Está listo para unirse a la iglesia? -le preguntó el ministro.

-¡No veo qué tenga que ver con lo que le estamos pidiendo! Olvídese de mí, y prosiga con el rito.

-No, me niego a bautizar a su hijo a menos que usted profese su fe y obedezca a la voluntad de Dios.

-¡Entonces, olvídelo! Tendrá que quedarse sin bautismo -respondió Sam-, Vámonos, Jane; volvamos a casa.

Santiago Knox Polk, el decimoprimer presidente de los Estados Unidos, no se bautizó sino hasta después de los 54 años de edad. Para entonces, comprendía bien las enseñanzas de la Biblia y tomó la decisión por sí mismo.

A decir verdad, en ninguna parte de la Biblia se encuentra la menor insinuación sobre el bautismo infantil. Fue una práctica que adoptó la iglesia cristiana cientos de años después de que se escribiera la Biblia. Esta enseña, más bien, que debes tener suficiente edad para comprender, y aceptar a Jesucristo por ti mismo como tu Señor y Redentor. Si tomaste esa decisión, es bueno que converses con tus padres y con tu pastor acerca del bautismo.

Radio Adventista

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