CONSOLADOR CONTRA ACUSADOR
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” (Juan 14:16).
Hay un contraste muy fuerte en la Biblia entre los nombres y las funciones del Espíritu Santo y los de Satanás. Ambos trabajan intensamente por el corazón humano. pero con objetivos completamente diferentes.
“Consolador” es una de las formas más impactantes en que se denomina al Espíritu Santo. Ese término es la traducción de una expresión griega que se refiere a alguien llamado para auxiliar como consejero, intercesor, mediador, o como abogado en un tribunal. Juan llama al Espíritu Santo de esta manera cuatro veces en su Evangelio y una en su primera Epístola.
Al referirse al enemigo. el apóstol usa el término “acusador” (Apoc. 12:10). Es más. esta es una de las principales funciones de Satanás. Por eso ese nombre lo retrata muy bien.
Nuestras actitudes siempre demuestran cuál de esos poderes controla nuestra vida. Lamentablemente. hay gente que confunde las cosas y actúa como el acusador. diciendo que es usado por el Consolador. Algunos llegan a las iglesias con apariencia de piedad. critican la organización y a los líderes sin fundamento ni espíritu cristiano. presentan un “nuevo mensaje” tienen un discurso unilateral. hablan de uno o dos puntos doctrinales de forma insistente y aprovechan para sembrar dudas en la mente de las personas.
La historia del pueblo de Dios muestra que siempre existió ese tipo de personas. ¿Cuál fue el resultado? Crisis. agitación. división. dolor y apostasía. Esto ¿proviene del Consolador? Con plena seguridad no. Al final esos movimientos se quedan por el camino. sus líderes desaparecen y abandonan a sus seguidores. muchos de los cuales nunca más consiguen rearmarse espiritualmente.
La iglesia por el contrario, avanza firme, aunque frágil y con defectos, es mantenida por el Señor. Sin embargo. cuanto más cerca estemos del regreso de Cristo. más fuertes. frecuentes e insistentes serán esos movimientos.
Esa es una terrible estrategia del enemigo. Elena de White advierte: “Si Satanás no logra mantener a las almas atadas en el hielo de la indiferencia intenta empujarlas hacia el fuego del fanatismo” (Testimonios para la iglesia. t. 5. p. 605). La falta de equilibrio siempre demuestra la ausencia de Dios.
En estos últimos días. necesitamos unirnos alrededor de la verdad y de la misión. pero siempre en el espíritu del Consolador. y no usando las del acusador.