Jueves 31 – ANNA LARSEN DE SPAFFORD EN PAZ CON DIOS – Devocional para Damas

ANNA LARSEN DE SPAFFORD EN PAZ CON DIOS

Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí. Job 19:25-27.

La tragedia de Anna Larsen de Spafford fue la pérdida de sus cuatro hijas en un naufragio. Una vivencia indescriptible. Soy madre, y no puedo concebir una experiencia de tal magnitud. No estamos hablando de perder uno o dos hijos, sino que Anna perdió de repente a sus cuatro hijas, ¡su mayor tesoro! Lo peor desde el punto de vista humano es que ella sobrevivió para tener que enfrentar esa cruel realidad. ¿Cómo sobreponerse a semejante tragedia? ¿Cómo recobrar fuerzas para seguir viviendo?

Tal vez no has tenido ninguna experiencia como la de Anna, pero quizás en el pasado, o ahora mismo, vas cruzando un valle de sombra y de muerte. El ángel caído te arroja sus dardos de fuego, te grita en la cara que es inútil resistir, que has fracasado, que pronto caerás presa de tus malas decisiones, que no le interesas a nadie, que no hay razón para seguir viviendo; pero yo te aconsejo que no escuches a ese fracasado. Dios ya venció a ese ser maligno, y viene para ofrecerte la paz, el descanso y las fuerzas necesarias para que puedas vencer toda tentación. Eso fue lo que hizo por Anna Larsen. En el momento más oscuro de su vida, Jesús llegó para tenderle la mano y salvarla de las aguas. Su misión en la vida no había concluido, la esperaban nuevas alegrías en el camino.

Anna encontró solaz para su alma y fue capaz de decir que estaba en paz con Dios. Estas palabras motivaron a su esposo para escribir el poema que se convirtió en himno: “Tengo paz” (HASD #426).

Nuestro Dios es el Dios del amor y la misericordia, del perdón y de la esperanza. Tal como se manifestó en la vida de Anna Larsen, también desea traer paz y consuelo a tu alma. Invítalo a tu corazón, porque tiene una gran misión para ti. –LF

Radio Adventista

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