TOTALMENTE DEL SEÑOR
“El corazón de Asa fue perfecto para con Jehová toda su vida” (1 Reyes 15:14).
En el triste escenario de apostasía de muchos de los reyes de Israel y de Judá, se diferencia el reinado de Asa. Después de largos y exitosos reinados de David y de Salomón, el reino fue dividido.
La declinación fue inmediata con el reinado de Roboam en Judá y empeoró aún más en los días de Abdías, quien reinó en su lugar por apenas tres años. Fue un rey tan débil que en su biografía la Biblia dedica más tiempo a hablar de David que de él.
Asa, su hijo, asumió el trono. ¿Qué esperarías del nuevo rey, en esta condición? Era hijo y nieto de pésimos gobernantes. A pesar de eso, Dios lo preparó para liderar a su pueblo. El gobierno de Asa tuvo una duración mayor que la de sus antecesores. Durante 41 años, él “hizo lo recto delante de Jehová” (1 Rey. 15:11). Su liderazgo fue serio, y comenzó la obra de profunda reforma en su propia casa. No fue perfecto, pero ejerció una buena influencia espiritual.
Sobre él. se dice que su corazón “fue perfecto para con Jehová toda su vida” (1 Rey. 15:14). Poquísimas veces la Biblia repite palabras tan fuertes y profundas sobre otros personajes. A pesar de ser poco conocido por muchos, Asa se hizo muy conocido para Dios.
Si la Biblia presentara una descripción de ti, ¿cuál sería? Todavía hay tiempo para procurar una biografía como la de Asa. Estamos comenzando el año, y este es el momento para construir una trayectoria en la que todos los días el corazón sea enteramente del Señor. La recomendación inspirada es directa y fuerte: “Tomaos tiempo para orar, para investigar las Escrituras, para poner el yo bajo la disciplina de Cristo.
Vivid en contacto con el Cristo viviente, y tan pronto como hagáis esto él os sostendrá, y os sostendrá firmemente con su mano poderosa, que nunca os dejará abandonados” (Nuestra elevada vocación, p. 104). “Más oración y menos conversación es lo que Dios desea. Eso transformaría a su pueblo en una torre de fuerza” (Review and Herald, 15 de junio de 1897).
Prioriza tu vida espiritual y repiensa tu rutina diaria. Sobre esto, Dwight Moody dijo en cierta ocasión: “Si usted está tan ocupado que no tiene tiempo para estar en comunión con Dios, sepa que está más ocupado de lo que debería”. Comienza organizando un tiempo especial. en la primera hora del día. Haz de ese momento un hábito insustituible, y permite que Dios transforme tu comportamiento y multiplique tu testimonio. Sé totalmente del Señor, y él realizará en tu vida lo que parece imposible.