Jueves 26 de Septiembre – MI HEROÍNA – Meditacion Matinal para Mujeres

WENDY J. COLLINS

MI HEROÍNA

De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Mateo 18:3.

Muchas madres consideran a sus hijas verdaderas heroínas. Con humildad y gratitud declaro ser una de esas madres. No es fácil describir las cualidades de una hija sin caer en el orgullo. Mi hija Wendy, que nació en medio de dos varones, ha sido una bendición en mi familia.

El vínculo entre una madre y una hija es una conexión especial que se extiende a través de los años, un eslabón entre sus corazones que no puede quebrantarse. De mi hija he aprendido lecciones que han afirmado mi fe en Dios.

Valor y acción: Cuando tenía tres años de edad, Wendy se lanzó a la piscina para salvar a su hermanito que se estaba ahogando. Lo sacó de los cabellos hacia las gradas de la alberca y luego pidió ayuda.

Fe: Ese mismo verano, un caballito con que estaba jugando se cayó en la parte más honda de la piscina. Como no podía sacarlo, se arrodilló en la orilla y rogó en voz alta que Jesús lo sacara. Terminada su oración, el caballito subió a la superficie. Ese incidente estableció los cimientos de la fe en su tierno corazón.

Compasión y perdón: Wendy ayuda a madres que han perdido a sus hijos, y a hijos que han perdido a sus madres. Es una excelente consejera que depende del Señor para dar la orientación espiritual adecuada a mujeres y niñas empeñadas en esa búsqueda. Ha testificado en los tribunales en defensa de los derechos de las mujeres víctimas de abuso. No guarda rencor hacia nadie, aunque la hayan ofendido.

Atletismo: Wendy cuida su salud. Corre maratones en la montaña, juega volibol y hace caminatas con su familia.

Arcoíris: Cuando tiene alguna inquietud o preocupación, Wendy ora al Señor y enseguida ve un arcoíris. Sabe que así Dios le está asegurando que no debe preocuparse, porque todo saldrá bien.

Estoy segura de que muchas madres tienen vivencias preciosas mientras se relacionan con sus hijas. Si no las han tenido, las animo a vincularse más con ellas. ¡Alabado sea Dios por los hijos que nos da! –RC

Radio Adventista

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