ESTER
ESTRELLA DE LA NOCHE
Vosotros sois la luz del mundo. Mateo 5:14.
Cuando los rayos del sol, la estrella más cercana a nosotros, llegan a la tierra, ya viajaron un promedio de ocho minutos y veinte segundos a la velocidad de la luz. Como la luz del sol brilla constantemente, no nos detenemos a pensar en que la nitidez con la que vemos nuestro entorno se debe a luz “vieja”. ¿Tenemos la necesidad de usar una lámpara de mano durante el día? La respuesta es obvia: no.
Es fácil encontrar nuestro camino en la casa con la luz del sol que entra por la ventana. Pero en la oscuridad no se distinguen los colores ni las formas y es fácil chocar con todo. A veces está tan oscuro que las tinieblas nos fuerzan a tocar la pared antes de dar cada paso. Aun así, es fácil tropezar y lesionarnos.
He visto que cuando se reúnen los niños durante un campamento y traen sus lámparas de mano, les gusta jugar con ellas por las noches. A menudo comparan cual luz brilla más, pero durante el día se olvidan de las lámparas.
Si algún día los periodistas le dieran mucha publicidad a la feria del pueblo con la novedad de que los juegos pirotécnicos se fueran a encender al medio día, todos reiríamos y los niños estarían decepcionados. Los juegos pirotécnicos no pueden competir con el sol.
El nombre de Ester se deriva del nombre bíblico que significa estrella –DBA, 409. Ella debía brillar, pero no hubiera podido hacerlo en pleno día. Sin embargo, la noche negra que amenazaba a su pueblo le presentó el desafío de arriesgar su vida al presentarse ante el rey sin que él la hubiera invitado.
Aunque Dios pudo haber elegido a cualquier persona para salvar a los judíos, eligió a Ester porque ella estuvo dispuesta a cooperar con él al extremo de arriesgar su vida. Ester debe haber sabido lo que le sucedió a Vasti, pero no titubeó ante la enorme necesidad de su pueblo.
Dios jamás nos dará una encomienda sin proveernos lo necesario para cumplirla. Es de noche y Jesús nos ha llamado a ser la luz del mundo. Te invito a que aceptes la invitación y que, con valor y con la gracia de Dios, seas una luz que proclame las nuevas de salvación. Hoy tú puedes ser una estrella. –LS