Jueves 1º de Junio del 2017 – LA LEY DE DIOS – Devoción matutina para adultos

LA LEY DE DIOS

«Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan en la ley de Jehová». Salmo 119: 1

DESDE EL ORIGEN de la gran controversia en el cielo, el propósito de Satanás ha consistido en destruir la ley de Dios. Para realizarlo se rebeló contra el Creador y, aunque expulsado del cielo, continuó la misma lucha en la tierra. Procuró por todos los medios engañar a los seres humanos para inducirlos luego a transgredir la ley de Dios. No le importaba si desechaban toda la ley o descuidaban solo uno de sus preceptos, el resultado sería finalmente el mismo. El que peca «en un punto» manifiesta menosprecio por toda la ley; su influencia y su ejemplo están del lado de la transgresión; y viene a ser «culpable de todos» los puntos de la ley (Sant. 2: 10).

En su afán por desacreditar los preceptos divinos, Satanás pervirtió las doctrinas de la Biblia, de forma que se incorporaron errores en la fe de millares de personas que profesan creer en las Santas Escrituras. El último gran conflicto entre la verdad y el error no es más que la última batalla de la controversia que se viene desarrollando desde hace tanto tiempo con respecto a la ley de Dios. En esta batalla estamos entrando ahora; es la que se libra entre las leyes humanas y los mandamientos del Señor, entre la religión de la Biblia y la religión de las fábulas y de la tradición.

Los elementos que se asociarán en esta lucha contra la verdad y la justicia ya están obrando activamente. La santa Palabra de Dios que nos ha sido transmitida a costa de tanto padecimiento, de tanta sangre de los mártires, no es apreciada debidamente. La Biblia está al alcance de todos, pero pocos son los que la aceptan verdaderamente como guía de su vida. La incredulidad predomina de modo alarmante, no solo en el mundo sino también en la iglesia. Muchos han llegado al punto de negar doctrinas que son el fundamento mismo de la fe cristiana. Los grandes eventos, tal como los presentan los escritores inspirados, como la creación, la caída de la humanidad, la expiación y el carácter perpetuo de la ley de Dios, son en realidad rechazados entera o parcialmente por un gran número de los que profesan ser cristianos. Miles de personas que presumen de su sabiduría y de su espíritu independiente, consideran como que la confianza en la Biblia es una debilidad; piensan que cuestionar las Sagradas Escrituras y espiritualizar y eliminar sus más importantes verdades es una muestra de talento superior y científico.— El conflicto de los siglos, cap. 37, pp. 569-570.

Radio Adventista

View all contributions by