Jueves 14 de Noviembre – LAS DOS PUERTAS – Devocion Matutina Adultos

LAS DOS PUERTAS

“Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar” (Apocalipsis 3:8).

Toda la experiencia de la iglesia cristiana desde la primera hasta la segunda venida de Jesús puede verse reflejada en las siete iglesias de Apocalipsis. Están presentadas en el mismo orden geográfico que un mensajero usaría para llevar una carta desde Patmos, donde Juan estaba exiliado. Pero el mensaje que presentan es atemporal.

La sexta iglesia es la de Filadelfia. Representa el movimiento protestante de finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX, un período de gran despertar religioso y predicación sobre la segunda venida de Cristo (Apoc. 3:11), destacándose el Movimiento Millerita, que fue el más notable.

Frente a esta iglesia Dios colocó “una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar” (Apoc. 3:8). La apertura de esta puerta se refiere al paso de Jesús del Lugar Santo al Lugar Santísimo en el Santuario celestial (ver Primeros escritos, pp. 72, 73).

Laodicea es la última iglesia. Representa al pueblo remanente, que tiene el último mensaje enviado por Dios al mundo. A ella, Dios le dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo” (3:20). En el Comentario bíblico adventista encontramos la siguiente afirmación: “Cristo llama a la puerta de las emociones por medio de su amor, su palabra y sus providencias; llama a la puerta de la mente por medio de su sabiduría; llama a la puerta de la conciencia por medio de su autoridad; llama a la puerta de las esperanzas humanas por medio de sus infalibles promesas” (t. 7, p. 779).

La Iglesia Adventista del Séptimo Día nació entre estas dos puertas: la puerta abierta de Filadelfia y la puerta “cerrada” de Laodicea. Las puertas se usan muchas veces, en la Biblia, como símbolo de oportunidades, y eso debe recordarnos que, como iglesia, somos resultado de una nueva oportunidad y nacimos para ofrecer más oportunidades.

No podemos actuar como un club cerrado, pensando solamente en nosotros mismos. Somos la iglesia de la puerta abierta, que existe para compartir esperanza, cumplir la misión y usar todos los medios para eso. Elena de White aclara: “La iglesia de Cristo es el medio elegido por Dios para la salvación de los hombres. Su misión es llevar el evangelio al mundo. Y la obligación recae sobre todos los cristianos” (El camino a Cristo, pp. 68, 69).

Por eso, abre la puerta de tu corazón a Jesús y aprovecha todas las oportunidades para compartir nuestra esperanza.

Radio Adventista

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