APRENDIZAJE
He aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado. Isaías 65:17-18.
¿Te gustaría tener al mejor maestro? Podrías presumir de él ante tus amigos. Cuando estudié Historia Antigua en la universidad, el maestro nos dijo: “El libro de texto para esta clase será este que yo escribí”. Estuve a punto de juzgarlo, pero lo que dijo en seguida me lo impidió: “Ya fui a la biblioteca, revisé los libros que hablan sobre el tema, y ninguno está actualizado como este”. La biblioteca de la universidad tenía miles de libros y varias enciclopedias. El doctor Sigfried Schwantes me había convencido. Considero un honor haber sido su alumno.
Hay en el cielo una escuela donde tendremos el mejor Maestro. Elena G. de White nos da esta vislumbre de esa escuela y su Gran Maestro:
“El cielo es una escuela; su campo de estudio, el universo; su maestro, el Ser infinito. En el Edén fue establecida una dependencia de esta escuela y, una vez consumado el plan de redención, se reanudará la educación en la escuela del Edén…
“Con Cristo andaremos al lado de las aguas vivas. Nos revelará la hermosura, y gloria de la naturaleza. Nos revelará lo que él es para nosotros, y lo que somos para él. Conoceremos entonces la verdad que no podemos conocer ahora, por causa de nuestras limitaciones finitas.
“Restaurado a la presencia de Dios, el hombre volverá a ser enseñado por él, como en el principio: Conocerá mi pueblo la virtud de mi nombre… En aquel día conocerán que yo soy aquel que dice: ¡Heme aquí!…
“¡Qué campo se abrirá allí a nuestro estudio cuando se quite el velo que oscurece nuestra vista y nuestros ojos contemplen ese mundo de belleza del cual ahora tenemos vislumbres por medio del microscopio; cuando contemplemos las glorias de los cielos estudiados ahora por medio del telescopio; cuando, borrada la mancha del pecado, ¡toda la tierra aparezca en “la hermosura de Jehová nuestro Dios!” -HC 496, 497.
Inscríbete hoy en los dos planteles terrenales de la escuela celestial: el hogar cristiano y la Iglesia Adventista.