Jueves 1 de Noviembre – DESVÍO EN EL CAMINO – Devocion Matutina para Jóvenes

DESVÍO EN EL CAMINO

«¡Profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!». Romanos 11: 33, RV95

JOSÉ CARLOS BEZERRA, un joven pastor, médico misionero y comandante de la lancha Luzeiro XXI, cumplía su itinerario normalmente aquella mañana. De acuerdo con lo previsto, José Carlos debía parar en un determinado punto del río Madeira, pero repentinamente sintió dentro de sí la profunda convicción de que debía continuar. ¿lnstinto? ¿Presentimiento? ¿Revelación? ¿Alguna vez te ha sucedido algo parecido? Casi sin saber el motivo, José Carlos siguió avanzando por el río. Su esposa le preguntó intrigada: «¿No debíamos parar en aquel lugar?». «No sé -le contestó el pastor—, no sé lo que me está sucediendo».

Una hora después vieron a alguien que hacía señas desde el otro lado del río, así que se acercaron a la playa. Encontraron a un hombre desesperado, clamando por ayuda. «Estoy aquí arrodillado hace tres horas, esperando que alguien apareciera para ayudar a mi esposa», dijo el hombre angustiado.

José Carlos y su esposa consiguieron, con la intervención de Dios, salvar la vida de esa mujer, que estaba teniendo serias dificultades posparto. Hoy existe allí, en la Estancia San Pablo, a orillas del río Madeira, una iglesia erigida por el señor Miro, el hombre que en aquella mañana pidió un milagro a Dios para salvar a su esposa.

«¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!», dice el apóstol Pablo. ¿Cómo entender los planes que Dios tiene para nosotros? ¿Cómo salvar la vida de esa pobre mujer allí, en lo más profundo de la selva amazónica, sin hacer sentir al joven pastor la profunda convicción de que debía continuar sin detenerse en el punto previsto del itinerario?

Es posible que alguna decisión que tomes hoy sirva para salvar a alguien que lo necesite. Por eso te animo a buscar en la Palabra de Dios la orientación divina. Después, arrodíllate y coloca tus planes para el día de hoy bajo la providencia del Señor. Por último, sala enfrentar la vida confiando en la «profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios». Él no fallará. Sabrá llevarte por caminos adecuados, abrirá las puertas en el momento oportuno y hará brillar el sol en medio de la oscuridad.

¡Él es tu promesa! Confía en él.

Alejandro Bullón

Evangelista internacional

Radio Adventista

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