NI UNO EN VEINTE
“Y todo el pueblo madrugaba para ir al templo a escucharle” (Lucas 21:38, LBLA)
Algunas visiones causaron un fuerte impacto en Elena de White. Una de ellas, que se refiere a los últimos días, la dejó “profundamente impresionada” por las escenas presentadas. “Parecía efectuarse un gran movimiento, una obra de reavivamiento, en muchos lugares. Nuestro pueblo se alistaba y respondía al llamamiento de Dios” (Mensajes selectos. t. 2. p. 503). Fue un impacto positivo ver la gran aceptación de los hijos al fuerte llamado del Padre. Pero, al mirar hacia este tiempo del fin en que vivimos, las preguntas son inmediatas: ¿Cuándo ocurrirá este renacimiento espiritual? La promesa ¿es para estos días o para algún momento en el futuro? El cumplimiento de la promesa ¿depende solo de la voluntad de Dios o está vinculada con la preparación de las personas?
Sin duda. la promesa es para nuestros días. Dios está esperando que tú. yo y toda la iglesia tengamos el corazón preparado para ese reavivamiento. Será un acto especial de parte de Dios, pero relacionado con una condición especial de sus hijos.
El gran riesgo que corremos hoy es satisfacernos con grandes fiestas o proyectos, producir bonitos materiales, construir bellos templos, escuchar sermones bien preparados… y olvidarnos de que todas estas cosas son solo apariencia, o pueden ser una consecuencia, pero no son la esencia de este movimiento. La esencia del reavivamiento es un movimiento espiritual. Según Billy Graham, el reavivamiento “no es bajar a la calle con un gran tambor, es subir al Calvario con un gran llanto”. No es un simple cambio de método, sino un profundo cambio de contenido.
Para eso, necesitamos vivir en la presencia del Señor. Elena de White alerta: “I…] ni uno de cada veinte de aquellos cuyos nombres están registrados en los libros de la iglesia se halla preparado para terminar su historia terrenal. y […] estaría tan ciertamente sin Dios y sin esperanza en el mundo como el pecador común” (Eventos de los últimos días. p. 176). A pesar de estos números simbólicos, estos presentan una proporción muy peligrosa. Por la gracia de Dios, esta realidad necesita ser diferente.
¿Cuál es tu condición? El reavivamiento tiene un llamado corporativo, pero involucra una decisión individual. No seas uno de los desesperados. Forma parte de aquellos que, comenzando “de mañana temprano”, hacen del Señor la prioridad de la vida.