Jueves 06 de Julio del 2017 – LA CURA PARA LA DESDICHA – Devoción matutina para la mujer

LA CURA PARA LA DESDICHA

“Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto ir al cielo” (Hech. 1:11).

Hasta el momento en que aceptamos el Increíblemente beneficioso sacrificio amante y el amor abundante de Jesucristo, no podemos experimentar verdadero gozo. Y si experimentamos este gozo ahora, sabiendo que él murió para salvarnos, imagino el gozo que tendremos en el cielo, cuando nada de este ambiente pecaminoso pueda manchar nuestro gozo eterno, al experimentar su presencia visual. Será como despertar de un sueño.

Quienes me conocen bien, saben que las mañanas no son mi fuerte. Mi familia me da un período de gracia de diez a veinte minutos, para sacudirme el sueño.

Por supuesto, me despierto con una lista de cosas para hacer en la mente, y comienzo a orar pidiendo dirección, ayuda y gracia. Sé que mi Señor escucha.

Pero no es hasta un poco más tarde, ya en el auto y durante las primeras horas del día, que realmente termino de despertarme. Capto completamente todas las necesidades de las personas que amo, y recuerdo a quienes me han pedido que ore por ellos. Este es mi tiempo especial para conversar con el Señor.

El momento en que experimento mi más completo gozo es cuando mi corazón y mi mente están completamente con Jesús en oración. Dependo de él para que guíe mis pasos, antes de darlos. De hecho, su guía es algo por lo cual siempre oro.

Aunque anhelo hacer lo mejor, a veces tropiezo, y otras incluso caigo. El no escuchar de corazón ha hecho que me aleje aún pensando que tengo la razón. Dejar el camino por el cual Jesús trata de guiarme me aleja del gozo y la felicidad que él me brinda para tener éxito. Pero entonces vuelvo en oración.

La oración es mi cura para la desdicha.

“Muéstrame, Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas” (Sal. 25:4).

Señor, ayúdame día a día a permanecer cerca, cada vez más cerca, de tu corazón, de tu voluntad y de tu dirección. Que la oración aleje la desdicha de mí. Mantenme en tu camino de felicidad. Amén.

SallyJ. Aken-Linke

Radio Adventista

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