Domingo 7 de agosto 2016. El humor es algo muy serio

Domingo 7 de agosto 2016. El humor es algo muy serio           

«El corazón alegre hermosea el rostro» (Prov. 15: 13, RV60).

“El humor es un gran compañero de viaje”. Pedro Gelabert

ESPERANDO EL AUTOBÚS, un hombre le dice a otro: «Este año he abierto más de cien iglesias cristianas». «Increíble, ¿es usted pastor o evangelista?», le pregunta el otro. «No, soy cerrajero».

¿Qué te parece empezar el día con un chiste? Hay mujeres cristianas que consideran incompatible la espiritualidad con el humor, como si el humor conllevara siempre falta de espiritualidad. Alguien escribió: «El concepto de santidad nos ha llegado tan pervertido que muchos no pueden imaginarse a un santo riéndose», pero en mi opinión, la santidad tiene mucho que ver con la risa y la alegría.

Para empezar, si hemos sido creados a imagen de Dios, y obviamente el sentido del humor es natural en muchos hombres y mujeres, ¿no es lógico pensar que Dios también tiene sentido del humor? Y si Jesús era plenamente humano y plenamente divino, ¿no es lógico también deducir que tenía sentido del humor? En algunos de sus comentarios, sin duda lo vemos. Entonces, si Jesús, siendo el único sin pecado, tenía sentido del humor, no puede ser pecado reírse de algunas cosas o provocar risa en los demás ante ciertas cosas. Tener sentido del humor, definitivamente, no es antiespiritual; tener un sentido del humor sano y bien entendido, claro está.

¿Y cuál es el humor sano y bien entendido? El humor positivo, que no saca punta a defectos ajenos, sino que simplemente muestra lo ridículo de una situación sin herir a nadie, sin amargura ni sarcasmo. El humor nacido de la ternura, del cariño, del respeto, que va unido al buen carácter y a la tolerancia, a saber pasar por alto lo negativo y encajarlo con alegría. El humor que parte de la sencillez, de una visión inteligente y sensata de una misma, de los demás, y de las cosas graciosas de la vida.

Tener sentido del humor nos ayuda a no darnos a nosotras mismas excesiva importancia, a ser menos susceptibles y a no hacer del yo un ídolo. Por eso es tan sano reírse de una misma. Gracias al humor, ciertas derrotas no se convierten en catástrofes, y algunas cargas se aligeran por un rato. Tener sentido del humor fomenta una visión optimista de la vida.

Qué privilegio ser una persona con la que da gusto estar porque es alegre, sabe reírse y quitar hierro a las cosas. Creo sinceramente que el buen sentido del humor es una característica del buen cristiano.

 

Radio Adventista

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