Domingo 8 de abril “Un lugar preparado para ti” DM Damas

Un lugar preparado para ti

“En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas, si no fuera así ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté” (Juan 14: 2, 3).

Los elefantes asiáticos están en la lista de animales en peligro de extinción. Al reducirse su hábitat, la cantidad de elefantes está disminuyendo a una velocidad alarmante. Para ayudar a asegurar el futuro de estas criaturas fascinantes e inteligentes, los zoológicos australianos no solo están contribuyendo a la preservación de hábitats, sino también están participando de un programa de reproducción para la conservación. Luego de mucho planificar y a un costo considerable, en 2006 se transportó una manada de un elefante macho y cuatro hembras desde Tailandia al “Taronga Zoo” de Sídney. La mayoría de los elefantes arribó de campos de trabajos forzados donde, irónicamente, algunos ayudaron a la explotación de esos bosques que eran fundamentales para la supervivencia de su especie en estado salvaje. Una de ellas, llamada Thong Dee Dorada era una elefanta que paseaba por las calles en Bangkok pidiendo comida. Como los elefantes necesitan muchos kilos de comida por día, esa era una existencia muy precaria para ella.

Me gusta pensar que para Thong Dee, llegar al “Taronga Zoo” fue como llegar al “cielo para elefantes”. Con comida de sobra, compañía agradable e instalaciones preparadas específicamente para su especie, incluyendo un pozo para nadar, un barrial donde revolcarse y un establo cómodo. Los guardianes informan que Thong Dee tiene una naturaleza muy dulce y, cuando se dio cuenta de que siempre habría suficiente comida, apareció su personalidad juguetona y amigable. Thong Dee ha tenido éxito en el programa de reproducción, y ahora es la orgullosa madre de Luk Chai [Hijo], la primera cría de elefante nacida en Australia. Luk Chai deleita a los visitantes del Zoológico, como yo, con sus travesuras infantiles, chapoteando en el barro y jugando con una pelota de fútbol “tamaño elefante”.

Los guardianes han desarrollado vínculos muy fuertes con los elefantes y han sido aceptados como parte de su grupo familiar. Es fácil observar la confianza y el afecto entre estos animales y sus dedicados cuidadores. Observar a estos elefantes afortunados me hizo pensar que la enfermedad del pecado está descontrolada y la raza humana está en peligro de extinción. Pero Dios tiene un plan. Jesús, a un altísimo costo personal, dio un paso al frente para asegurar nuestra supervivencia. Ahora está preparando un nuevo hogar para nosotros y, en cualquier momento, regresará a buscarnos para llevarnos allí. ¡Qué futuro maravilloso tenemos por delante! ¡Alabado sea Dios!

JENNIFER M. BALDWIN

Radio Adventista

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