EFICIENCIA
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino se ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
1 Timoteo 4:12.
Te escribo estas palabras deseando que seas valorado en tu iglesia. Anhelo que los dirigentes de tu iglesia te tomen en cuenta, como hacían los ancianos hebreos. Ellos valoraban a los jóvenes, los griegos no. Por eso San Pablo le da este consejo a Timoteo, el joven pastor de la iglesia cristiana de Éfeso, de cultura griega: “Ninguno tenga en poco tu juventud… [para ello] se ejemplo de los creyentes”.
Entre los hebreos encontramos jóvenes y aun niños que ejercieron liderazgo. José, Samuel, David, Jonatán, Daniel y sus amigos, así como Ester y Jeremías, fueron jóvenes eminentes. Joás fue rey a los siete años, y Joaquín y Josías a los ocho. Entre los griegos, Alejandro el Grande conquistó el mundo conocido antes de cumplir 33 años.
Dios llamó a varios jóvenes a poner las bases de su iglesia remanente. En 1853, a solo nueve años del Gran Chasco, se realizó una evaluación de las edades de los dirigentes del movimiento adventista. Estos son algunos datos:
- Jaime White, 32 años
- Elena White, 26 años
- Clarissa Bonfoey, 32 años
- Annie Smith, hermana de Urías Smith, 25 años
- Urías Smith, 21 años
- George Amadon, 21 años
- Oswald Sowell, 25 años
- Fletcher Byington, 20 años
- Warren Bachelor, 14 años
- Stephen Belden, 24 años
- Sarah Belden, 20 años
- Nathaniel White, 22 años
- Anna White, 25 años
- John N. Loughborough, 21 años
- John N. Andrews, 24 años
Había solo dos personas mayores de 30 años en este grupo.
La edad promedio era 23 años. Dios te dice hoy lo mismo que a Timoteo: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes”.