“Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros. Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque este era el que llevaba la palabra (Hechos 14:11,12)
El 5 de marzo de 1979, la nave estadounidense no tripulada Voyager I logró Su máxima aproximación al planeta Júpiter. Lanzada desde Cabo Cañaveral el 5 de septiembre de 1977, comenzó a fotografiar Júpiter en enero de 1979. El 5 de marzo llegó a “tan solo”278 mil kilómetros del centro del planeta. Gracias al material obtenido, se incrementó la comprensión de los satélites y los anillos de Júpiter. Además, se tomaron las primeras imágenes de su atmósfera y se descubrieron dos lunas.
Cuando conocemos personas o lugares de cerca, los entendemos mejor; incluso si se trata de costumbres, motivaciones, acciones y hasta de “porqués”.
Cimentada sobre apariencias externas, sentimientos inestables y señales milagrosas, la religión de Listra (ciudad que visitaron Pablo y Bernabé) era superficial, epidérmica. Un paralítico de nacimiento es sanado y, cuando notaron esto, veneraron como dioses a Pablo y a Bernabé. Hechos 14:12 menciona dos deidades: Júpiter y Mercurio. En el panteón romano, estos dos dioses eran los equivalentes griegos de Zeus (el dios principal) y de Hermes (su hijo).
Aunque claramente Pablo era el líder espiritual de la misión, los pobladores nombran a Bernabé como Júpiter, el Dios más relevante. Podría deberse al porte más elevado de Bernabé. Pero indudablemente -y como Hermes, o Mercurio, era considerado mensajero de los dioses y patrono de la elocuencia-, el cambio de roles fue porque era Pablo quien hablaba.
A duras penas los mensajeros de Dios impidieron que les ofrecieran sacrificio, casi obviando las palabras paulinas: “Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay” (Hech. 14:15).
Hoy puede ser un día histórico. No te dejes influenciar por una falsa religión de meras formas o extraordinarios milagros. Busca hoy a Jesús y entabla con él una relación de calidad.
“A nadie se deja en la oscuridad en cuanto a lo que Dios aprueba o desaprueba. Estudiando las Escrituras llegamos a conocer a Dios y somos encaminados hacia la comprensión de nuestra relación con Cristo, quien llevó nuestros pecados, y es el garante, el sustituto de nuestra humanidad caída” (Elena de White, La educación, p. 52). PA