Domingo 5 de Agosto – BUENAS OBRAS EN JESÚS – Devocional para Adultos

BUENAS OBRAS EN JESÚS

«Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita (que traducido es “Dorcas”). Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía» (Hechos 9: 36).

LA BIBLIA EN LENGUAJE ACTUAL menciona que el nombre griego de Tabita era Dorcas, que significa «gacela». Aunque el nombre en hebreo era Tabita, Lucas prefirió usar el griego para expresar mejor su pensamiento.

Ahora bien, esa mujer tenía tres características específicas: (1) Servía a los demás, (2) ayudaba a los pobres y las viudas, (3) abundaba en buenas obras. Pero lo más admirable para mí es que hacía las túnicas y los vestidos que regalaba con sus propias manos, con estilo propio. Ese interés de poner en las prendas de vestir su amor y cariño era apreciado por los necesitados. Dorcas cumplía con el mandato de Jesús de cubrir al desnudo y dar pan al hambriento. Esa es una religión práctica y verdadera, digna de un discípulo de Cristo.

De esta mujer admirable, E. G. White dice:

Sus buenas obras le habían conquistado extenso afecto. […] Su vida estaba llena de actos de bondad. Ella sabía quiénes necesitaban ropas abrigadas y quiénes simpatía, y servía generosamente a los pobres y afligidos. Sus hábiles dedos estaban más atareados que su lengua (E. G. White, Los hechos de los apóstoles, pág. 105).

Dorcas abrió su corazón al Señor antes que todo, y entregó no solamente su corazón sino también sus acciones. «El que más completamente se entrega a Dios es el que le rendirá el servicio más completo. El servicio prestado con sinceridad de corazón tiene gran recompensa». Es decir, la verdadera fe ha de expresarse en el servicio hacia los demás. Aquel que sigue a Cristo es movido en favor de la gente, como él lo fue. Cristo lo transforma en alguien creativo, empeñado en hacer todo lo que puede para dar a su vida el máximo propósito, el de vivir para otros. Esta es la razón de su felicidad. El que quiera obtener felicidad debe compartirla. «La felicidad es la hermana gemela del amor» (White, El deseado de todas la gentes, pág. 105).

Pidamos hoy a Dios que nos ayude a seguir el ejemplo de Dorcas: una vida llena de amor por los necesitados.

Radio Adventista

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