ARREPENTIMIENTO

El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Proverbios 28:13.

Los viernes por la mañana salgo a pasear por la calle principal de Caldwell, Idaho, la ciudad donde vivo. Al pasar frente al edificio Steunenberg, viene a mi memoria la historia que te voy a contar.

En 1905, el Estado de Idaho estaba agitado por disturbios laborales. Un gremio de mineros extremistas estaba realizando actos criminales contra los mineros moderados, y desafiaba al gobierno. El anterior gobernador, Frank Steunenberg, había solicitado la intervención de la guardia nacional, por lo que los mineros le guardaban rencor. Ahora, un nuevo gobernador estaba enfrentando el problema.

Los extremistas no cesaron de protestar y atacar. Cierta vez hicieron estallar una bomba en un tren. Murieron catorce mineros moderados y otros quedaron heridos o mutilados. La policía no daba con el atacante.

La noche del 30 de diciembre, cuando el exgobernador Steunenberg abrió la puerta lateral de su casa, una bomba escondida en la nieve estalló y lo hirió severamente. Murió veinte minutos después. La guardia rodeó la ciudad y los detectives comenzaron a buscar al autor del magnicidio. En una habitación del hotel Saratoga encontraron restos de materiales de fabricación de la bomba, y capturaron al asesino. Resultó ser un activista llamado Albert Edward Horsley, quien se hacía llamar Harry Orchard.

Mientras Harry estaba en prisión recibió una Biblia de parte de David Paulson, el fundador del Hospital Adventista Hinsdale, en Illinois. Luego fue sorprendido por la visita de un hijo de su víctima. Julián Steunenberg, de 21 años, le entregó una caja en la que había un ejemplar del libro El camino a Cristo. Julián le dijo que lo perdonaba, y su madre Eveline también.

Harry se arrepintió de sus pecados, y Dios lo perdonó. Recibió estudios bíblicos de parte de John Edwin Froom, y fue bautizado en 1909. La condena a muerte le fue cambiada por cadena perpetua. Con el tiempo, desarrolló una pequeña granja en la prisión. Se dice que Harry Orchard llegó a criar los mejores pollos y pavos del país. Murió en 1954.

El libro 50 años de milagro detrás de las rejas, por Esther P. de Alberro, narra la historia de este hombre que experimentó el poder transformador de Dios.

Si alguna vez te asalta la idea de que has pecado demasiado y no tienes perdón de Dios, acuérdate de esta historia.