UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD
«Porque Dios dice: “Te escuché en el momento preciso y te ayudé cuando llegó el día de salvación”. ¡Escuchen! Este es el momento preciso. Hoy es el día de salvación». 2 Corintios 6: 2, PDT
EL JUEVES 1° DE OCTUBRE DE 2015 ocurrió una tragedia en una colonia llama da El Cambray 2, en la capital de Guatemala. Aproximadamente a las 9:00 pm un alud de tierra sepultó sorpresivamente varias viviendas matando a unas trescientas personas. Aunque esa fue una gran tragedia que conmovió toda la nación, también fue un medio para que una joven volviera a los caminos del Señor.
Katerin era una joven adventista, pero durante el 2015 había perdido el rumbo. Las malas compañías la arrastraron a las drogas y había dejado de asistir a la iglesia. Por las noches asistía a bailes, discotecas y allí consumía drogas. Se sentía vacía, sola y culpable. Donde trabajaba tenía una amiga que se fue a vivir a la capital, a la colonia El Cambray 2. Esto hizo que Katerin se sintiera más sola aún.
La amiga le pidió que fuera a vivir con ella, prometiendo que le ayudaría a con seguir un trabajo. Katerin decidió viajar, pero cuando se dirigía hacia la terminal de autobuses fue asaltada, le robaron su celular y el dinero que llevaba. Se enojó y frustró mucho, como toda persona normal, pero esa misma noche ocurrió la tragedia que te comenté al inicio. Al día siguiente Katerin escuchó las noticias, intentó comunicarse con su amiga, pero para tristeza suya había fallecido en el alud. En ese momento Katerin comprendió que tenía una segunda oportunidad para volver a los pies de Cristo. Sin perder más tiempo regresó a la iglesia y renovó su pacto con Dios.
Hoy Katerin está más activa que nunca en la iglesia y comparte con sus amigos su testimonio de cómo Dios la salvó de morir aquella noche y motiva a los jóvenes que aun no han entregado su vida a Cristo a que lo hagan sin demora. Aún recuerda su experiencia y dice que ese fue su «día de la salvación». Hoy puede ser tu «momento preciso», tu «día de la salvación».
Hoy, aunque estés atravesando pruebas o te encuentres lejos del Señor puedes hallar el camino de regreso, puedes experimentar la misericordia de Jesús y rendir tu vida a sus pies.
Anónimo
Guatemala