Domingo 16 de Julio del 2017 – Una victoria impensada – Devoción matutina para Jóvenes

Una victoria impensada
“Y dijo: Oíd, ]udá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jeho- vá os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios” (2 Crónicas 20:15).
El 16 de julio de 1950 es un día muy recordado en la historia del fútbol, más que nada, para los simpatizantes del seleccionado uruguayo. Ese día, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, Rep. del Brasil, el seleccionado de la República Oriental del Uruguay se consagró campeón de la Copa Mundial de Fútbol, al vencer en la final al equipo local por dos goles contra uno, en un hecho conocido como “el Ma- racanazo”. Brasil tenía todo para ganar, pero el conjunto uruguayo obtuvo la gloria.
Y si de victorias impensadas hablamos, es preciso referirnos a la registrada en 2 Crónicas 20. El rey Josafat tenía dos problemas: dos ejércitos enemigos se aliaron en contra de su pueblo, y él no contaba con el poderío militar necesario para enfrentarlos.
¿Qué habrías hecho, en tal caso? Hagamos la lista juntos:
1 Reclutar más soldados.
2, Entrenar duramente a esos soldados.
3. Conseguir dinero para comprar nuevas armas.
4. Armar una brillante estrategia bélica.
¿Qué hizo Josafat, el rey que tenía el problema? i Humilló su rostro y consultó a Dios.
2, Hizo pregonar ayuno en todo Israel.
3. Oró a Jehová y lo adoró.
4. Envió un coro de músicos, junto con el ejército.
Con este cuarteto de pasos, derrotó a sus enemigos. ¡Increíble, pero real! Josafat sabía dónde radicaba el secreto de la victoria: no estaba en la fuerza humana, la habilidad mental, los recursos económicos ni los talentos naturales. Todo esto es bueno y ayuda. Pero no: el germen de todo triunfo es la cámara secreta de oración. Las mayores victorias no se ganan como pensamos que se ganan o como nos hicieron creer que se ganan. No. Se ganan al “estilo Josafat”.
Hoy puede ser un día histórico. Ora a Dios, y descansa en sus promesas. Ten fe. Él pelea tus batallas.
“Las mayores victorias ganadas para la causa de Dios no son resultado de complicadas discusiones, amplias facilidades, extensa influencia o abundancia de recursos: se obtienen en la cámara de audiencia con Dios, cuando con fe ferviente y agonizante los hombres se asen de su brazo poderoso” (Elena de White, Obreros evangélicos, p. 273).
Radio Adventista

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