¿DÓNDE ESTÉ TU CORAZÓN?
“Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Mateo 6:27, NVI).
El 16 de abril de 1874, el cuerpo de David Livingstone llegaba a Souchampton, casi un año después de su muerte y de viajar más de 1.600 kilómetros para llegar hasta la costa de África y luego ser embarcado hacia Inglaterra. Ese cuerpo, sin embargo, llegó sin el órgano del corazón. ¿Qué sucedió?
David Livingstone fue médico misionero en África. Por sus expediciones allí, además, es considerado una de las mayores figuras de la historia de la exploración. También es reconocido por su lucha contra la esclavitud y el tráfico de personas. Por estas razones, Livingstone es considerado un héroe nacional en Inglaterra.
Livingstone se caracterizó por tratar con dignidad y respeto a los nativos de ese continente. Los naturales comprendían que él realmente se interesaba por ellos, a diferencia de otros misioneros. El amor que irradiaba al relacionarse con ellos y cómo buscaba satisfacer sus necesidades, tanto espirituales como físicas y mentales, hizo que fuera una persona muy apreciada en todo el continente. Por esta razón, Livingstone es considerado como “el mayor misionero de África”.
Livingstone murió en mayo de 1873 (enfermo de malaria y con hemorragias internas causadas por disentería) después de dedicar toda su vida a aliviar el dolor de los africanos y predicarles el evangelio. Cuando murió, Susi y Chuma, dos lugareños que servían a Livingstone en sus viajes, quitaron el corazón de su cuerpo y lo enterraron debajo de un árbol Mvula, cerca del lugar donde el misionero había muerto. Después, cargaron el cuerpo más de 1.600 kilómetros, para embarcarlo hacia Inglaterra.
¿Por qué Susi y Chuma decidieron enterrar el corazón de Livingstone allí antes de enviar su cuerpo a su tierra natal? Evidentemente, percibieron que el corazón de Livingstone estuvo durante toda su vida en África y que, por lo tanto, pertenecía a África. En su tumba, hoy pueden leerse estas palabras: “El corazón de Livingstone permanece en África, su cuerpo descansa en Inglaterra, pero su influencia continúa”
La historia de Livingstone ha sido una de las más inspiradoras en mi vida personal y en mi ministerio, después de haber leído su biografía. En varias ocasiones me he preguntado qué sucedería si muriera hoy. ¿Qué marcas habré dejado en la vida de los demás? ¿Qué impacto para bien habré dejado en la vida de los que me rodean? ¿Dónde piensan los demás que está mi corazón? Los nativos percibieron la pasión de Livingstone por las almas y por aliviar el sufrimiento humano.
¿Dónde está tu corazón? ¿Piensa más en el dinero, la fama, las cosas frívolas o las ambiciones personales? ¿O está dedicado a servir a los demás?