¡BIEN HECHO!
«Honraré a los que me honren». 1 Samuel 2: 30
DE JOVEN MI PASIÓN ERA convertirme en piloto comercial. No es de extrañar, por lo tanto, que cuando envié mis solicitudes de trabajo, las enviase solo a compañías aéreas. La primera respuesta llegó de Pan American Airlines, me invitaron a una entrevista de trabajo. Llegué a la oficina de la aerolínea diez minutos antes. A la hora señalada me invitaron a la oficina del director de mercadeo, donde él y el director general se sentaron a la mesa.
Durante la entrevista me hicieron la temida pregunta: «¿Estarías dispuesto a trabajar en cualquier día de la semana?». Yo ya había tomado la decisión de no deshonrar a mi Dios al trabajar en su día de reposo. Así que respondí: «Estoy dispuesto a trabajar en cualquier día de la semana de domingo a viernes».
El director general me preguntó: «¿Por qué no en sábado? La aerolínea opera siete días a la semana». Sin pausa le contesté: «Como cristiano adventista del séptimo día observo el día bíblico de descanso, el día en el que Dios me pide que me reúna con él y le adore. Me gustaría ser un trabajador comprometido, que va más allá del deber si se me permite no trabajar en el día de descanso, que se observa desde la puesta de sol del viernes hasta la puesta de sol del sábado. Es una cuestión de conciencia».
Los dos hombres se miraron entre sí. A continuación, el director de mercadeo dijo: «Hay adventistas trabajando para esta compañía aérea y trabajan los sábados». Le respondí: «Señor, hay adventistas; y hay adventistas». Entonces el director general me pidió que volviese a la sala de espera.
Cinco minutos más tarde me volvieron a llamar. Entonces el director general dijo: «Esta es la primera vez que hemos entrevistado a un joven que se ha mantenido leal a sus principios. Creemos que serás un empleado de confianza y nos alegramos de que estés dispuesto a trabajar los domingos». Me dieron el trabajo.
Daniel y sus compañeros también tuvieron una prueba decisiva al comienzo de sus carreras. De ellos, Ellen G. White dice: «Habían aprendido a sacrificar lo terrenal a lo espiritual, a buscar el mayor bien, y cosecharon la recompensa» (La educación, cap. 7, p. 52).
Ama a Dios en cada situación y cosecharás la mejor de las recompensas.
James Daniel
Trinidad y Tobago