Domingo 13 de enero – DISTANCIA PELIGROSA – Matutina para Adultos.

DISTANCIA PELIGROSA

“Mas Pedro le seguía de, lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los alguaciles, para ver el fin” (Mateo 26:58).

Simón Pedro fue un hombre intenso, e, inconstante. En muchas situaciones, siguió a Jesús de lejos. En Mateo 26, por ejemplo, encontramos seis momentos en los que él estaba físicamente cerca de Cristo, pero su corazón mantenía una distancia peligrosa.

El primero ocurrió en la Santa Cena (vers. 20-30). En una de las más solemnes ceremonias religiosas de la historia, su corazón estaba distraído; y su visión, sin foco. En ese caso, él representa a aquellos que van a la iglesia con una preocupación meramente racional y mundana. Siempre distraídos de las realidades espirituales profundas, pierden la oportunidad de consagrar su vida a Dios.

En el segundo momento, Pedro rechazó el alerta y prefirió la exaltación (verso 31-33). En lugar de apoyar a Cristo, optó por exaltar su propia condición. Este hecho simboliza a quienes pelean por cargos y posiciones, son muy confiados en sí mismos, duros en la crítica y siempre intentan ser mejores que los otros.

En el tercer momento, Pedro expresó con palabras lo que no sentía en el corazón (vers. 35). Fue convincente al afirmar: “Moriré, pero no te negaré”. Representó una religión hecha de buenas intenciones, pero de la boca para afuera.

En la cuarta situación, durmió cuando debía haber estado orando (vers. 37-45). Jesús fue insistente, pero Pedro no resistió. Cuando actuamos así, las cosas de Dios comienzan a perder interés. En la oración aumenta el cansancio y disminuye la voluntad. La Biblia queda cerrada; la lección de la Escuela Sabática, olvidada; y los escritos de Elena de White, llenos de polvo.

En el quinto momento, Pedro intentó solucionar las cosas a su manera (vers. 51-54). No tuvo paciencia, y enfrentó solo a la multitud. En ese caso, actuó como aquellos que no perseveran en la oración. Si Dios no actúa, quieren actuar a su manera.

En el sexto, intentó esconder su identidad religiosa (vers. 69-75). La caída fue desenmascarada con el cantar del gallo. Esa situación ilustra la realidad de las personas que, para no perder amigos, niegan lo que creen y pierden la oportunidad de testificar, por miedo o por vergüenza.

No te distancies de Jesús. Síguelo de cerca, fundamenta tu vida en él, y serás constante y firme como una piedra.

Radio Adventista

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