Lunes 15 de agosto. Devoción matutina jóvenes – La mejor herencia

Lunes 15 de agosto. Devoción matutina jóvenes – La mejor herencia 

«Puesto que somos sus hijos, también tendremos parte en la herencia que Dios nos ha prometido». (Romanos 8: 17).

Según el testamento de la princesa Diana, al momento de su muerte toda su fortuna, que incluía dinero, joyas, vestidos y otros objetos personales, se repartiría en partes iguales entre sus dos hijos: Guillermo de Cambridge y Enrique de Gales. Cuando la princesa murió el 31 de agosto de 1997 en un trágico accidente en la ciudad de París, su fortuna ascendía a más de veinte millones de dólares. Pero los herederos no recibirían su herencia hasta que cumplieran treinta años de edad. Guillermo, el hijo mayor, tendría que esperar hasta el 2012 para recibir su parte; y Enrique hasta el 2014. Durante todos esos años las inversiones y los intereses de los veinte millones se convirtieron en más de treinta millones. En el momento preciso, cada príncipe recibió lo que le tocaba.

Lo cierto es que no estaría nada mal que de cumpleaños pudiéramos recibir una herencia de millones de dólares. Pero eso puede resultar muy difícil para cualquiera de nosotros. Sin embargo, todos los seres humanos tenemos derecho a una herencia que sobrepasa infinitamente el valor de cualquier herencia terrenal. Como hijos de Dios, cada uno de nosotros puede recibir una herencia eterna, «la cual no puede destruirse, ni mancharse, ni marchitarse» (1 Pedro 1: 4).

La Biblia nos da un adelanto de lo que recibiremos los hijos de Dios. Juan lo expresa con estas palabras:

Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y también el mar. Vila ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. Estaba arreglada como una novia vestida para su prometido. Y oí una fuerte voz que venía del trono, y que decía: «Aquí está el lugar donde Dios vive con los hombres. Vivirá con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos como su Dios» (Apocalipsis 21:13).

Luego, en el versículo 7, el apóstol agrega: «El que salga vencedor recibirá todo esto como herencia». ¿No es eso más que una fortuna de treinta millones? ¿Pero sabes qué es lo mejor? Que cuando recibamos la herencia, nuestro Padre celestial no estará muerto; él estará con nosotros por toda la eternidad.

#LaMejorHerencia

Radio Adventista

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