Domingo 19 de Junio “Cueste lo que cueste” – Matinal Damas

Domingo 19 de Junio “Cueste lo que cueste” – Matinal Damas    

«Si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo; es mejor que entres con un solo ojo en el reino de Dios, y no que con los dos ojos seas arrojado al infierno» (Mar. 9:47).

“No puede haber felicidad si lo que creemos es diferente de lo que hacemos”. Freya Stark

DURANTE UN VIAJE EN AVIÓN, una mujer mostró un comportamiento muy extraño: en cuanto le sirvieron la comida, abrió el postre y comenzó a echarle sal y pimienta. El tentador pastel de chocolate quedó totalmente cubierto de puntitos blancos y marrones. La azafata, desconcertada por el extraño comportamiento de aquella pasajera, le dijo: «No es necesario que haga eso. Está bien como está». «Vaya que si es necesario —replicó la mujer—. Es la única manera de que no me lo coma».

Ciertos comportamientos que pueden resultar extraños para mucha gente, son coherentes para la persona que estudia la Biblia y se ha propuesto en su corazón ser cristiana. Y precisamente de coherencia estamos hablando hoy. Si la mujer del relato te pareció extremista, quizás quieras echarle un vistazo a estas palabras, pronunciadas por el Maestro: «Si tu mano te hace caer en pecado, córtatela; es mejor que entres manco en la vida, y no que con las dos manos vayas a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. Y si tu pie te hace caer en pecado, córtatelo; es mejor que entres cojo en la vida, y no que con los dos pies seas arrojado al infierno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo; es mejor que entres con un solo ojo en el reino de Dios, y no que con los dos ojos seas arrojado al infierno» (Mar. 9: 43-47). ¿Ves la similitud? ¿Te parece extremista también?

¿Qué le hizo a Jesús hablar con tanta vehemencia? Creo que su mensaje era, y sigue siendo hoy para ti y para mí: «No permitas que nada desvíe tus pasos de la senda que te has trazado junto a mí, aunque eso signifique actuar de forma diferente a los demás y ser tachada de extremista. Tú conoces los principios, te los he mostrado, mantente fiel a ellos para tu propia salvación, y para no ser piedra de tropiezo a nadie en su propio viaje hacia la vida eterna. No valores absolutamente nada en este mundo por encima de mí. Ser consecuente con lo que crees no es una opción, es la única opción. Solo en la plena coherencia, hallarás la plena felicidad cristiana».

Lucha por lo que crees; trabaja tu fuerza de voluntad y ve capacitándote para afrontar nuevos retos. Vive siempre con coherencia. «Si para salvar el cuerpo de la muerte uno se cortaría un pie o una mano, o aun se arrancaría un ojo, ¡con cuánto más fervor desecharé el pecado, que trae muerte al alma!» (El Deseado de todas las gentes, cap. 48, p. 414).

Radio Adventista

View all contributions by