MAALA Y SUS HERMANAS LA LEY DE LAS HEREDERAS
Esto es lo que ha mandado Jehová acerca de las hijas de Zelofehad, diciendo: Cásense como a ellas les plazca, pero en la familia de la tribu de su padre se casarán. Números 36:6.
Todos hablaban de Maala y sus hermanas porque, aun siendo mujeres, recibirían la parcela que le correspondía a su padre Zelofehad, quien había muerto. Pero había una preocupación.
Los príncipes de la tribu de Manasés temían que si Maala decidía casarse con alguien de otra tribu, la de Rubén, por ejemplo, su herencia pasaría a ser patrimonio de su esposo. En términos legales, esto perjudicaría a la tribu de Manasés, porque esa parte de su territorio pasaría a pertenecer a la tribu del esposo, lo cual no estaba en los planes de reparto de la tierra prometida por heredad.
Qué enredo, ¿verdad? Pero Dios resolvió el problema al indicar que las hijas de Zelofehad podían casarse con quien desearan, mientras que fueran varones de su misma tribu. ¡Ya está! ¡Asunto resuelto!
Ahora pensemos en Dios, que escuchó la petición de Maala y sus hermanas. A pesar de las costumbres y la tradición, Dios intervino para que Maala fuera tratada con justicia. Así se demuestra una vez más que Dios es justo e imparcial, un Padre comprensivo y amante, un Dios que no hace acepción de personas y que se complace en escuchar los ruegos de sus hijas.
Sigue el ejemplo de Maala: Lleva tu petición ante el Juez del universo. Tu Padre celestial escuchará con amor y ternura lo que te aflige, lo que te alegra, aquello por lo que estás agradecida, o lo que te hace temblar de miedo. En fin, él es un Padre que te recibe como heredera de su reino. –LF